La pandemia por COVID-19 ha cambiado el panorama mundial, y el protocolo de sanitización de las empresas. Sin embargo, la figura del protocolo no es una novedad. Las organizaciones deben estar familiarizadas con su implementación y su importancia para la prevención de enfermedades.
La sanitización es un proceso que busca erradicar las bacterias, virus y otros patógenos que habitan en superficies como pisos, ventanas y paredes. Para su implementación, se utilizan productos desinfectantes en concentraciones específicas.
La desinfección se utiliza en zonas quirúrgicas, zonas que tengan contacto con alimentos y en áreas de exposición permanente a agentes. patógenos, como los baños. A diferencia de la sanitización, los productos utilizados para este proceso eliminan los microorganismos en su totalidad.
Es una realidad que debido a la enfermedad por coronavirus recientemente descubierta, nos podemos infectar al inhalar el virus si estamos cerca de una persona con COVID-19 o si, tras tocar una superficie contaminada, nos tocamos los ojos, la nariz o la boca, es por esta razón que debemos implementar medidas preventivas que nos ayuden a minimizar el riesgo de contagio y tanto el sanitizar y desinfectar son básicas para los centros de trabajo. Sanitizar.
Su objetivo es reducir la mayor cantidad posible de microorganismos que se encuentren presentes en el medio ambiente o en superficies específicas. Se lleva acabo con sustancias que ayudan a matar este tipo de microorganismos a un nivel seguro… Desinfectar. Este proceso se utiliza comúnmente , en zonas que tengan contacto con alimentos y áreas de exposición permanente a agentes patógenos como los baños. A diferencia de la sanitización, los productos utilizados para este proceso eliminan los microorganismos en su totalidad. Poseen propiedades germicidas y antibacteriales.